¿Notáis la diferencia entre estas dos imágenes? Seguro que sí.
La de la derecha está tomada en Valencia capital y como se puede apreciar la luminaria no es capaz de dirigir la luz emitida por la fuente hacia el suelo. Por eso vemos como se ilumina la pared próxima por encima de la posición de la farola. Incluso hacia arriba, hacia el cielo.
La imagen de la izquierda está tomada en Quart de Poblet, una población cercana a Valencia. Aquí podemos ver que el tipo de luminaria si que contiene perfectamente la luz generada, dirigiéndola hacia el suelo que es donde resulta necesaria para nuestro bienestar.
Esta es la diferencia entre iluminar de manera racional o despilfarrar energía sin ningún fin enviándola hacia arriba. La diferencia entre ambos modos de iluminar es mucho más evidente cuando miramos hacia arriba en ambas fachadas. Como se puede ver la de la izquierda está bastante más oscura que la iluminada incorrectamente.
A esto me refería en el artículo sobre el eclipse lunar y Celestia, a esto es a lo que yo llamo despilfarro energético. No se trata meramente de que con este tipo de iluminación el cielo está demasiado iluminado como para permitir ver las estrellas. No eso sería, en cierto modo algo frívolo. Tan frívolo como pretender justificar este tipo de iluminación diciendo que así la ciudad se ve más bonita.
No, lo que nos estamos jugando aquí es consumir más energía de la necesaria de forma completamente gratuita, lo cual aumenta las emisisones de CO2 y acrecenta los problemas causados por el calentamiento global.