Los husos horarios hacen esas cosas: en un lugar del planeta es la noche del 23 de mayo mientras que en otros ya es la madrugada o incluso media mañana del 24. Una muestra más de que las fechas del calendario no son más que una convención arbitraria. Lo que importa son tus días, desde que amaneces hasta que te duermes. Lo de menos es el nombre que le des a esas horas.
Por eso, para mi el lunes 24 de mayo de 2010 seguirá siendo el 23 de mayo de 2010. 23 de mayo, 23 del 5, 2+3=5. Hasta ese punto han cuidado los detalles los productores de Lost.
Y por supuesto el 23 no ha sido únicamente el día en el que por casualidad han decidido emitir el episodio final de la serie.Ya habíamos visto antes ese número ¿lo recuerdas?. Era el quinto de una serie:
4 8 15 16 23 42
Seis números. Seis temporadas. Decenas de vidas contadas.
Porque al final Lost no era una serie sobre una isla misteriosa. Bueno, mejor dicho, no solo era una serie sobre una isla misteriosa. Era una serie sobre la vida de un grupo de personas sometidas a una experiencia que los superaba completamente. Y no una sola experiencia. Muchas de ellas a cual de todas más extraña y fantástica.
Recuerdo una tarde de domingo de hace seis años mientras remoloneaba en el sofá. Haciendo zapping, veo que en TVE empieza lo que parece un “Estreno TV”, una de esas telepelículas de baja producción dedicadas a los que tenemos el cerebro medio apagado por no querer hacer la siesta.
Un avión que se estrella en una isla tropical desierta. Bueno, si no hacen nada mejor…. Dos horas después viene mi mujer:
¿que miras?
No lo se. Una serie nueva sobre un avión que se ha estrellado…
¿Como “Viven”?
No. No exactamente. Es una isla tropical. Y al parecer hay monstruos!
Ese mismo día quedé prendado de la serie. Como lo raro era que los domingos por la tarde estuviésemos en casa la puse a grabar (menuda casualidad estar en casa precisamente ese domingo, el domingo en que el vuelo 815 de Oceanic tenía problemas). Luego vendría la decepción cuando TVE empezo a jugar con los horarios, las cadenas. Perdí el hilo me desconecté.
Pero unos meses después vi otro capítulo al azar y ahí ya no pude resistirme. Busqué y encontré. Programé la descarga de torrentes y desde entonces repetíamos semanalmente el rito Lost: la mañana siguiente de la emisión de cualquier capítulo había que buscar en los torrentes. A ser posible, en los últimos años, la versión 720p, que Lost se lo merecía. Esa era la labor sencilla. Lo complicado era esperar a los subtítulos y esperar la versión sincronizada con la copia descargada. Ahí, un inmenso ejército de personas anónimas, escondidas detrás de un nick más o menos espectacular se han dedicado, como ellos dicen a difundir la palabra y dejarnos escuchar las voces y las inflexiones propias de los actores originales. A lo largo del día las piezas iban encajando y así 24 horas después de su emisión, tras cenar, con los niños acostados y relajados en el sofá veíamos el nuevo episodio.
Como en toda serie de tan larga duración han habido altibajos, pero siempre ha habido una constante (La Constante S04E05 menudo capitulazo!): el desarrollo de cada uno de los personajes. Seis temporadas, unos 120 capítulos en los que ha dado tiempo para ir construyendo pausadamente unos personales complejos, ricos en matices, con pocos blancos y negros y con muchos grises. Unos personajes, en fin, de los que te apetecía saber más.
Y así hemos pasado estos últimos años, persiguiendo enigmas, memorizando secuencias de números, esperando 108 minutos, escondiéndonos de osos polares, de humo negro o de enigmáticos seres ultraterrenos que viven en chozas abandonadas. Los más frikis nos hemos fabricado cervezas de la iniciativa Dharma para regalarlas a seres queridos. O nos hemos puesto en público camisetas que nos identificado como fans de la serie. Como me gustaba esa complicidad de un desconocido mirando de reojo la camiseta y guiñándote un ojo mientras sonreía. Y entre esos complices, mi hermana Rebeca ha destacado. La incité a ver la serie casi al principio. Al principio fue reacia, pero al final… al final se ha hecho una lostie de las más convencidas que conozco y que espero se beba a gusto ese par de Dharma Beers bien fresquitas a la salud de la serie.
Ayer 23 de mayo el rito se repetía por última vez. Pese al loable esfuerzo de Cuatro, decidí no seguir su programación. Es increíble lo que ha hecho esa cadena: apostar por una emisión en VO subtitulada, prácticamente en vivo es algo que no creía llegar a ver en este país. Se merecen un aplauso bien fuerte, pese a los fallos que han tenido. Era la primera vez, era algo nuevo. Y han sido muy valientes por intentarlo. Se merecen todo mi reconocimiento, pese a lo que han maltratado la serie con los cambios de horarios y la emisión “a empachar” para recuperar los años perdidos.
Pero ese no era mi modo de disfrutar de Lost.
Así que el 23 por la mañana me fui a trabajar tranquilamente después de dejar la grabadora en marcha sintonizada en Cuatro. Antes de llegar al despacho, ya vi que por twitter la gente se quejaba de algunos fallos en la emisión de Cuatro. A las 10 ya me habían soltado el primer spoiler en twitter. Apagué twitter. Busqué el torrente adecuado. Ahí estaba lost.s06e17-e18.720p.hdtv.x264-ctu. Lo guardé en Dropbox sabiendo que desde mi casa, el cliente de BitTorrente lo vería y comenzaría la descarga.
Por la noche, mientras ayudaba a mi hijo a estudiar para un examen de geometría, tras haber comprobado que el capítulo se había descargado perfectamente y que los subtítulos ya estaban preparados (millones de gracias a MaEdCo y Gowesoft de wWw.ForoMiniSeries.Net que son quienes han traducido este capítulo) recibí la llamada de Dabo, un amigo vasco afincado en Gijón al que muchos conoceréis por sus blog sobre Linus (no, no Benjamin, el otro) o su participación en Caborian. La noche anterior habíamos estado twiteando hasta las tantas… la expectación no nos dejaba dormir.
¿Rafa, ya lo has visto?
No aún no.
¿Pero como que no?
No. Lost siempre se ve por la noche
Yo tampoco lo he visto, tío. Todo el día currando y aún tengo que descargarlo.
Al final lo encontró y lo vio. Y yo también lo vi. Y lloré.
Y llore porque el último capítulo no desvelaba los misterios de la isla. Ni falta que hacía. El último episodio fue una despedida muy emotiva. La serie se despedía de sus fans y los personajes se despidieron unos de otros. Coincido plenamente con pjorge y su certero análisis del capítulo, para todos aquellos que aún andan un poco “perdidos”
Y sí, mientras tanto seguíamos con interés como caminaban de nuevo por la jungla Jack, Sawyer, Locke, Ben y Kate (esa Pecas a la que más de uno vamos a echar de menos). Porque no se si os habéis dado cuenta, pero en Lost se camina mucho. Se vive la vida haciendo cosas, caminando. Resolviendo. Avanzando y tomando decisiones.
Pero a estas alturas de la temporada y sobre todo en este episodio doble, ya sabíamos que había algo más. Y sobre todo sabíamos que era el fin.
Ahora Lost ha terminado. Así de duro para los que seguíamos la serie con interés. Ha terminado.
Y me ha gustado. Un montón. Hasta el final.
Namasté