Vacío Perfecto

Un poco acerca de nada

Y ahora en la radio 2.0

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Es decir, en un podcast. David Hernandez (@daboblog) y Oscar Reixa (@oreixa) a los que conocí en el pasado V Congreso Caborian en Gijón, me liaron para participar con ellos y con Gorka (@Lurphoto) en este número de Manzanas Traigo, el podcast sobre el mundillo Apple que emiten con periodicidad quincenal. Bueno, antes de eso tendréis que soportar a unos teloneros hablando de no se que deuda que tienen permantentemente (siempre están con el Debían arriba, Debían abajo, pero nunca les he oído hablar del Haber)

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La experiencia magnífica y muy divertida, aunque algo confusa… hacía muy pocas horas que acabábamos de ver el final de Lost y tanto Dabo como yo aún estábamos confusos ;). Eso y que hacía pocas horas que teníamos el iPad en nuestro poder (seis en mi caso). Y en ese tiempo tuvimos que probar varias cosas (yo el Camera Connection Kit, obsesivo que es uno) y comentar las primeras impresiones.

Al final, sorpresa. Pero mejor no la desvelo. Espero que os divirtáis tanto escuchándolo, como yo grabándolo, aunque reconozco que parece más una charla en la barra del bar que un programa informativo :)

Un iPad en mi Lowepro

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No soporta discos USB, ni lápices de memoria USB. No se puede instalar el Photoshop. Lo digo así, de entrada y a bocajarro, porque de ese modo, todos a los que esto es lo único que les importa del iPad ya pueden dejar de leer el artículo. Y no, no, tampoco lleva cámara (con lo cual otro grupo abandona la sala).

¿Aún estás aquí? Bueno, entonces tengo bastantes cosas que contarte, porque desde este fin de semana, en el que he hecho una “prueba de campo”, el iPad se ha convertido en un residente permanente de mi mochila de material fotográfico. Y tampoco voy a hablar de lo bueno que es el iPad para leer libros de fotografía en formato PDF, o de lo interesante que resulta como portfolio, que de eso ya han hablado otros, incluso han publicado videos.

Yo voy a hablar del iPad como herramienta fotográfica.

Para ponerte en antecedentes, te diré que con cierta frecuencia imparto cursos de fotografía. En esos cursos hay una parte teórica y una sesión práctica. Esa sesión practica, en muchas ocasiones se desarrolla en exteriores: plazas públicas, parques, etc. Imagínate la situación: 20 o 30 personas arremolinadas entorno a mi sobre la pantalla de la 40D intentando ver la imagen que acabamos de tomar. Evidentemente, si pudiese sustituir esa pantalla, por la del iPad, con sus 9.7” y su interface táctil, la cosa sería mucho más cómoda.

El iPad, tus fotos y la calle

Primero las malas noticias. Tienes que gastarte un poco más de dinero, en concreto 29€. Aparte de las aplicaciones de las que hablaremos luego, te hace falta un periférico: el kit iPad Camera Connection de Apple. El kit consta de dos pequeños adaptadores de plástico que se conectan al puerto universal del iPad.

ipadCameraConnectionKit.pngUno, que aún no he necesitado, porque mis cámaras no llevan ese formato, es un lector de tarjetas SD. El otro es un adaptador USB. Atención, que aquí se aplica directamente el primer párrafo de este artículo: el que lleve un adaptador USB no quiere decir que se le pueda conectar cualquier cosa. Si te fijas bien no hay un símbolo USB (el tridente), sino una cámara fotográfica.

De hecho el sistema operativo del iPad es bastante restrictivo. Cuando conectas un dispositivo de almacenamiento, como es una cámara digital, un lector de tarjetas (que no consuma mucho) o un pendrive, el OS lo monta y busca una carpeta llamada DCIM en el directorio raíz. Si no la encuentra, nos muestra un mensaje que indica “Dispositivo no soportado” y lo desmonta.

Por el contrario, si encuentra esa carpeta y además esa carpeta contiene imágenes automáticamente lanza la aplicación Fotos del iPad en la cual aparece una nueva pestaña “Camara”. Esta pestaña dio lugar a innumerables rumores antes del lanzamiento del iPad, pues en el simulador que viene con el SDK, esa pestaña aparecía activada por defecto en las primeras betas e hizo pensar mucha gente que el iPad sí que llevaría una cámara incorporada. Bueno, volviendo a lo que nos interesa, en cuanto aparece esa pestaña, la pantalla se llena de miniaturas con las imágenes contenidas en la cámara/tarjeta.

Y lo mejor es que no importa el formato. Pueden ser JPEG, RAW o JPEG+RAW. Al iPad le da igual. El caso más peliagudo es el de los JPEG+RAW pues en la tarjeta tenemos almacenadas dos imágenes. Sin embargo, el iPad resuelve la situación con soltura: muestra una única imagen, la etiqueta como JPEG+RAW antes de que la importemos e importa ambas.

El proceso de importación es muy sencillo. O tocamos en importar todas, o bien tocamos las imágenes que queremos importar para marcarlas y luego tocamos la opción de importar seleccionadas.

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En cualquiera de los dos casos el proceso de importación comienza inmediatamente. Un indicador de progreso empieza a girar sobre la miniatura de la imagen que se está importando y cuando está completamente importada aparece un checkmark verde sobre la imagen.

rafa.jpgLo mejor de todo es que el proceso se produce en segundo plano dentro de la aplicación Fotos. Podemos cambiar a otra pestaña y empezar a ver las imágenes que ya se han importado mientras el proceso continúa. Y eso nos da una velocidad tremenda cuando estamos “en el campo”. Aunque hablando de velocidad, lo que es increíble es la velocidad a la que el iPad es capaz de importar imágenes. Los RAW de una 5DMkII, sobre una tarjeta rápida, se leen en unos 3 segundos (a unos 7Mb/s). Eso quiere decir que tras conectar la cámara al iPad, en unos 4 o 5 segundos podemos estar viendo la primera imagen en la pantalla de 9.7”, ampliándola y comprobando detalles que en e LCD de 3” de la cámara resulta complicado. Y mientras tanto, cada 3 segundos tenemos un nuevo RAW dentro del iPad.

Para ver las fotos en el exterior con un nivel de luz bastante elevado, el brillo de la pantalla tiene que estar al máximo. En esas condiciones, la visibilidad de las imágenes es perfecta. Como se pude apreciar en este detalle de la imagen anterior, el nivel de brillo de la piel en la pantalla del iPad es comparable al de mi propia piel.

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Si, ya lo sé, hay muchos reflejos. Ese es es inconveniente evidente de estas pantallas, pero por suerte el iPad es tan ligero que no cuesta absolutamente nada girarlo o moverlo a otra posición donde no tengas el reflejo. Por cierto, que hablando de girar el iPad, el modo de resolver los giros (de modo que la imagen siempre se ve de forma correcta, con independencia de la orientación del aparato) es genial para enseñar fotos a grupos. Da igual donde los tengas: delante, detrás a tu lado. Solo tienes que hacer que la pantalla del iPad apunte hacia ellos y no preocuparte, porque la imagen la verán siempre perfectamente orientada.

El problema de los RAW

Vale, el iPad nos permite importar RAWs a toda velocidad. ¿Quiere esto decir que el iPad es capaz de procesar los RAW?. Bueno, realmente no. No he encontrado demasiados detalles técnicos sobre como funciona (realmente ninguno) y por el poco tiempo que tarda al importar y la poca potencia de cálculo del dispositivo, es prácticamente imposible que se esté procesando el RAW. Todo apunta más bien, a que el iPad (en concreto la aplicación de Fotos) está extrayendo el JPEG que lleva embebido todo RAW y es esa imagen la que nos muestra. De hecho, el nivel de zoom al que podemos llegar no es el de la imagen completa, lo cual apunta en esa dirección.

Por desgracia el soporte para RAW en el resto de aplicaciones es bastante inconsistente. De hecho las aplicaciones de Apple fallan todas. Si has disparado exclusivamente en RAW tanto el correo, como las suite iWorks (Pages, Keynote y Numbers) te dejan seleccionar los RAW con el selector multimedia, pero luego te muestran un interrogante y unas aspas en lugar de la imagen.

iWork.png

Por el contrario, TWittelator no tiene ningún problema en aceptar un RAW de tu librería y subirlo a Moby (no se si sube el RAW y Moby lo procesa o si primero extrae el JPEG y esa imagen la que se envía).

twitter.png

Sin embargo no todo está perdido. La primera opción es disparar en RAW+JPEG, elijiendo para el JPEG el tamaño pequeño. Eso, en el caso de la EOS 40D, genera un JPEG de 1920x1280px, más que suficientes para cualquier uso que puedas darle dentro del iPad.

Otra cosa que rápidamente hechas en falta es la posibilidad de editar las fotos en el iPad desde Fotos. Cargas el RAW, ves la foto y piensas en que un determinado recorte, un ajuste de niveles o un balance de blancos le vendría muy bien. Pero la aplicación de Apple no te deja hacer nada de eso. Solo puedes ver las fotos o hacer un pase de diapositivas.

Por suerte hay una aplicación para ello y se llama Filterstorm. No busques la versión para Windows o para Mac. Ni si quiera existe para el iPhone, es una aplicación pensada y desarrollada entorno al iPad. ¿Que permite hacer? Bueno, pues nada más y nada menos que un tratamiento por zonas aplicando curvas. O un clonado. O un recorte. No, no es el Photoshop, pero es lo más parecido que he encontrado en el iPad. Te aconsejo que veas este tutorial grabado por el autor del programa:

Filterstorm Tutorial 2 from Tai Shimizu on Vimeo.

Y lo mejor, es que desde dentro de Filterstorm puedes “abrir un RAW”, aunque en realidad supongo que lo que haces es abrir el JPEG embebido o el asociado cuando has cargado una imagen en formato RAW+JPEG. Sin embargo eso resuelve nuestro problema anterior. Puedes disparar directamente en RAW, sin JPEG asociado y cuando necesites una imagen en concreto la abres en Filterstorm y la guardas. Eso generará un JPEG que ya puedes utilizar en cualquier aplicación

Realmente puedes empezar a “bocetar” tu imagen a los pocos segundos de haber disparado. E inmediatamente añadirla a una presentación, a un documento de texto (por ejemplo un catálogo) y enviarlo como PDF a donde quieras. Las posibilidades que esto abre para el trabajo de campo son ilimitadas. El iPad con su funda (imprescindible) cabe en prácticamente cualquier mochila y le añade solo unos 600gr (el peso de un objetivo más).

De momento, las limitaciones de memoria del iPad (solo tiene 256Mb de RAM) y algunos problemas (bugs) en el modo en que tratan las imágenes, limita el tamaño de las mismas. La versión actual de Filterstorm (la 1.2) guarda imágenes de 1800px de lado. El desarrollador, bastante activo en Twitter, está trabajando ya en la versión 1.4 en la que pretende llegar a los 2048px. En la versión 1.3 que está pendiente de aprobación por Apple ha añadido el gradiente a las opciones de máscaras de filtros. Por cierto, ya que hablamos del desarrollador, hoy mismo ha comunicado en twitter que la versión 1.4 llevará la posibilidad de añadir datos IPTC a las imágenes antes de enviarlas por e-mail o FTP (también en desarrollo).

Si tienes un iPad y te gusta la fotografía Filterstorm serán los mejores 1.59€ que te has gastado. Por ahora :)

La organización y la vuelta a casa

El sábado tuve la ocasión de importar imágenes de varias cámaras muchas veces a lo largo de la tarde. Me intrigaba ver como se lo montaría la aplicación de Apple para organizar estas imágenes. En primer lugar veamos que ocurre en el iPad. Cuando importamos imágenes con el Cámera Connection Kit, en la pestaña Álbumes aparecen dos álbums automáticos Ultima importación y Todo lo importado

importado.jpg

El nombre es completamente descriptivo y nos permite tener controladas rápidamente las imágenes que han pasado directamente al iPad a través del CCK.

El problema (o la ventaja) viene cuando miramos la pestaña Eventos, puesto que el iPad considera un nuevo evento cada nueva descarga y por lo tanto en lugar de unir las fotos de la misma fecha, las separa por cada una de las descargas realizadas:

eventos.jpg

En mis cursos resulta una ventaja, pues tengo separadas las fotos de cada alumno, pero en el uso particular, puede resultar engorroso tener fraccionado el día por algo tan artificial como la descarga.

importando.pngVale, pero ahora llego a casa. ¿Como descargo todas esas imágenes?. En mi caso utilizo Aperture y la cosa no puede ser más sencilla: conectas el iPad al ordenador y desde Aperture aparecen todas las imágenes en la ventana de importación organizadas por los eventos que se han creado dentro del iPad. Y aquí es donde el iPad y Aperture empiezan a hacer cosas por su cuenta sin dejarme intervenir. Lo primero que ocurre es que no tengo la opción de decidir a que proyecto añado las imágenes que voy a importar. Como se puede apreciar la opción de seleccionar proyecto está desactivada.

proyectos.pngAperture ha reconocido los eventos almacenados en el iPad y los transforma directamente en proyectos. De momento, la única solución que se me ocurre es crear una carpeta en Aperture e importar dentro de ella todos estos “proyectos”.

Al menos la importación es completa, y dentro de Aperture me aparecen todos los RAW originales inalterados. Es decir, podemos utilizar el iPad sencillamente como un disco duro de viaje pero con un montón de opciones para editar y compartir rápidamente las imágenes mientras estamos fuera de casa.

Captura de pantalla 2010-05-31 a las 10.34.15.pngEn el caso de Lightroom la cosa varía. Como este programa te almacena las imágenes organizadas por carpetas (no existe el concepto de Proyecto), el tratamiento es más directo: simplemente aparecen todas las fotos agrupadas por fechas y si así lo deseamos se importaran en las tradicionales carpetas año/fecha/día

Conclusión

Si te gusta la fotografía y sobre todo, si te dedicas profesionalmente a ella, el iPad es una herramienta prácticamente imprescindible. Sigue quedando el fleco suelto del soporte desigual que ofrecen los distintos programas al formato RAW, sobre todo iWork y Mail. Esperemos que Apple trabaje sobre ello y les de al menos el mismo tipo de soporte que en la actualizad dan Twittelator o Filterstorm.

5.624 Km/h

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Esa es la velocidad a la que viajó ayer mi iPad entre Eindhoven y Valencia. Ya se que resulta extraño pensar en que se utilicen esas velocidades (más de Mach 4) para trasladar paquetes pero eso es lo que se puede deducir del plan de entrega de la web de TNT, el transportista que ha realizado la proeza.

Captura de pantalla 2010-05-27 a las 08.18.19.png

La secuencia es un tanto confusa, aunque los que estamos acostumbrados a ver la-serie-que-terminó-el-lunes, podemos reconocer esos patrones.

A las 10:01 del 26 de mayo y aparentemente por medios convencionales un envío de iPads llega a Valencia.

A eso de las 10:47 empieza a sonar una alarma en los almacenes de TNT en un polígono en las afueras de la ciudad. Algo extraño estaba ocurriendo. Sube el nivel de luz, les empieza a doler la cabeza a todos los empleados. Ramón, el mozo de carga con más antiguedad empieza a sangrar por la nariz… fundido en blanco.

Hace una mañana preciosa en Eindhoven, Holanda. Los almacenes centrales de TNT, el núcleo de toda la distribución europea de productos de Apple es un hervidero. La noche del 22 llegó el gran carguero desde la costa china y los últimos días han sido un frenesí. El cliente lo tiene muy claro: toda la remesa se tiene que enviar antes del 28 de mayo y a ser posible el mismo 28 de mayo

¿Pero como vamos a entregar todo esto en un solo día?

No sé, pero ese era el proyecto original….

Tendremos que ir adelantándolo, empezar a distribuir como mínimo el 26

No nos gusta. No nos gusta…

No hay otro modo

Otro paquete con miles de iPads empieza a subir a un camión, camino del aeropuerto. Mientras tanto, el responsable de distribuir todo aquel pedido extra llega corriendo desde el otro lado del patio.

Es imposible meter todo eso en los vuelos que tenemos programados

¿Otra vez el volcán?

No, no, el cielo europeo está todo libre. El problema son los accesorios.

¿Los accesorios?

Sí, demasiado volumen para tan poco peso. Estamos llenando los vuelos de aire y se quedan en tierra miles de iPads

Vale. Prioridad absoluta a los iPads. Descargad todos los accesorios.

¿Y quien pagará los reenvios?

De eso me encargo yo, no te preocupes

Ha pasado poco más de una hora y tres cuartos, cuando de repente, a las 13:48 empieza a sonar una alarma en el centro de distribución de Eindhoven. El encargado de la planta, Desmond, empieza a decir

no, no por favor, otra vez no

Mientras tanto llega corriendo desde el otro lado del hangar un operario sangrando por la nariz.

Sr. Hume ¿donde está a enfermería?

Allí enfrente. ¿Ves esa puerta blanca con el anagrama octogonal negro?

Corre, date prisa, tienes poco tiempo. Y por favor, no me llames Sr. Hume, soy simplemente Desmond

desmond_hume3.jpgEl operario sale como una exhalación en dirección a la enfermería mientras sigue aumentando la luz. ¿Que está pasando con el sol? ¿Lo había cubierto alguna nube?. Desmond no se hace ninguna pregunta. Ya sabe lo que va a ocurrir.

Rápidamente se pone las gafas de Sol, coge el primer paquete que encuentra sobre un palet cercano y espera. No sabe porque, pero llevar algo de peso adicional con él le ayuda. La luz sigue aumentando… fundido en blanco.

En Valencia a las 14:03 es prácticamente la hora de comer. El chofer del camión está impaciente. No quiere que le pongan ningún paquete más para esa tarde. ¿Por qué demonios hay tanto paquete igual para entregar esa misma tarde? ¿Se ha vuelto loca la gente?. Justo cuando está cerrando las puertas del camión aparece, de no se sabe donde, un tío greñudo y llevando una camisa con aspecto de no haberse lavado en semanas.

Pero ¿quien demonios es usted? – interpela el conductor

Desmond Hume, de la delegación de Eindhoven — dice Desmond mientras le enseña la tarjeta de empleado

¿Y que hace aquí?

Nada, nada, veo que está a punto de salir y este paquete creo que va en su ruta

A ver… sí, Avenida Blasco Ibañez de Valencia, me pilla de paso.

Gracias

El camión de TNT sale de la plataforma logística e inmediatamente se detiene en un restaurante cercano. Ya es la hora de comer. Dos horas después sobre, las 16:15 y tras firmar un albarán de entrega parcial (los accesorios siguen retenidos en Heindhoven) recibo mi preciado iPad.

Ya os hablaré del él otro día. En cuanto tenga tiempo para organizar las ideas y probar todo lo que quiero probar.

Trabajando, como trabajo, en el mundo de las TIC se me ha ocurrido que es posible que todo fuese un mero error en el software de seguimiento de paquetes. Puede ser. El software a veces tiene errores.

Pero no sé, me convence mucho más esta historia ¿no crees?

23 de mayo de 2010

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Los husos horarios hacen esas cosas: en un lugar del planeta es la noche del 23 de mayo mientras que en otros ya es la madrugada o incluso media mañana del 24. Una muestra más de que las fechas del calendario no son más que una convención arbitraria. Lo que importa son tus días, desde que amaneces hasta que te duermes. Lo de menos es el nombre que le des a esas horas.

Por eso, para mi el lunes 24 de mayo de 2010 seguirá siendo el 23 de mayo de 2010. 23 de mayo, 23 del 5, 2+3=5. Hasta ese punto han cuidado los detalles los productores de Lost.

Y por supuesto el 23 no ha sido únicamente el día en el que por casualidad han decidido emitir el episodio final de la serie.Ya habíamos visto antes ese número ¿lo recuerdas?. Era el quinto de una serie:

4 8 15 16 23 42

Seis números. Seis temporadas. Decenas de vidas contadas.

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Porque al final Lost no era una serie sobre una isla misteriosa. Bueno, mejor dicho, no solo era una serie sobre una isla misteriosa. Era una serie sobre la vida de un grupo de personas sometidas a una experiencia que los superaba completamente. Y no una sola experiencia. Muchas de ellas a cual de todas más extraña y fantástica.

Recuerdo una tarde de domingo de hace seis años mientras remoloneaba en el sofá. Haciendo zapping, veo que en TVE empieza lo que parece un “Estreno TV”, una de esas telepelículas de baja producción dedicadas a los que tenemos el cerebro medio apagado por no querer hacer la siesta.

Un avión que se estrella en una isla tropical desierta. Bueno, si no hacen nada mejor…. Dos horas después viene mi mujer:

¿que miras?

No lo se. Una serie nueva sobre un avión que se ha estrellado…

¿Como “Viven”?

No. No exactamente. Es una isla tropical. Y al parecer hay monstruos!

Ese mismo día quedé prendado de la serie. Como lo raro era que los domingos por la tarde estuviésemos en casa la puse a grabar (menuda casualidad estar en casa precisamente ese domingo, el domingo en que el vuelo 815 de Oceanic tenía problemas). Luego vendría la decepción cuando TVE empezo a jugar con los horarios, las cadenas. Perdí el hilo me desconecté.

Pero unos meses después vi otro capítulo al azar y ahí ya no pude resistirme. Busqué y encontré. Programé la descarga de torrentes y desde entonces repetíamos semanalmente el rito Lost: la mañana siguiente de la emisión de cualquier capítulo había que buscar en los torrentes. A ser posible, en los últimos años, la versión 720p, que Lost se lo merecía. Esa era la labor sencilla. Lo complicado era esperar a los subtítulos y esperar la versión sincronizada con la copia descargada. Ahí, un inmenso ejército de personas anónimas, escondidas detrás de un nick más o menos espectacular se han dedicado, como ellos dicen a difundir la palabra y dejarnos escuchar las voces y las inflexiones propias de los actores originales. A lo largo del día las piezas iban encajando y así 24 horas después de su emisión, tras cenar, con los niños acostados y relajados en el sofá veíamos el nuevo episodio.

Como en toda serie de tan larga duración han habido altibajos, pero siempre ha habido una constante (La Constante S04E05 menudo capitulazo!): el desarrollo de cada uno de los personajes. Seis temporadas, unos 120 capítulos en los que ha dado tiempo para ir construyendo pausadamente unos personales complejos, ricos en matices, con pocos blancos y negros y con muchos grises. Unos personajes, en fin, de los que te apetecía saber más.

Y así hemos pasado estos últimos años, persiguiendo enigmas, memorizando secuencias de números, esperando 108 minutos, escondiéndonos de osos polares, de humo negro o de enigmáticos seres ultraterrenos que viven en chozas abandonadas. Los más frikis nos hemos fabricado cervezas de la iniciativa Dharma para regalarlas a seres queridos. O nos hemos puesto en público camisetas que nos identificado como fans de la serie. Como me gustaba esa complicidad de un desconocido mirando de reojo la camiseta y guiñándote un ojo mientras sonreía. Y entre esos complices, mi hermana Rebeca ha destacado. La incité a ver la serie casi al principio. Al principio fue reacia, pero al final… al final se ha hecho una lostie de las más convencidas que conozco y que espero se beba a gusto ese par de Dharma Beers bien fresquitas a la salud de la serie.

Ayer 23 de mayo el rito se repetía por última vez. Pese al loable esfuerzo de Cuatro, decidí no seguir su programación. Es increíble lo que ha hecho esa cadena: apostar por una emisión en VO subtitulada, prácticamente en vivo es algo que no creía llegar a ver en este país. Se merecen un aplauso bien fuerte, pese a los fallos que han tenido. Era la primera vez, era algo nuevo. Y han sido muy valientes por intentarlo. Se merecen todo mi reconocimiento, pese a lo que han maltratado la serie con los cambios de horarios y la emisión “a empachar” para recuperar los años perdidos.

Pero ese no era mi modo de disfrutar de Lost.

Así que el 23 por la mañana me fui a trabajar tranquilamente después de dejar la grabadora en marcha sintonizada en Cuatro. Antes de llegar al despacho, ya vi que por twitter la gente se quejaba de algunos fallos en la emisión de Cuatro. A las 10 ya me habían soltado el primer spoiler en twitter. Apagué twitter. Busqué el torrente adecuado. Ahí estaba lost.s06e17-e18.720p.hdtv.x264-ctu. Lo guardé en Dropbox sabiendo que desde mi casa, el cliente de BitTorrente lo vería y comenzaría la descarga.

Por la noche, mientras ayudaba a mi hijo a estudiar para un examen de geometría, tras haber comprobado que el capítulo se había descargado perfectamente y que los subtítulos ya estaban preparados (millones de gracias a MaEdCo y Gowesoft de wWw.ForoMiniSeries.Net que son quienes han traducido este capítulo) recibí la llamada de Dabo, un amigo vasco afincado en Gijón al que muchos conoceréis por sus blog sobre Linus (no, no Benjamin, el otro) o su participación en Caborian. La noche anterior habíamos estado twiteando hasta las tantas… la expectación no nos dejaba dormir.

¿Rafa, ya lo has visto?

No aún no.

¿Pero como que no?

No. Lost siempre se ve por la noche

Yo tampoco lo he visto, tío. Todo el día currando y aún tengo que descargarlo.

Al final lo encontró y lo vio. Y yo también lo vi. Y lloré.

Y llore porque el último capítulo no desvelaba los misterios de la isla. Ni falta que hacía. El último episodio fue una despedida muy emotiva. La serie se despedía de sus fans y los personajes se despidieron unos de otros. Coincido plenamente con pjorge y su certero análisis del capítulo, para todos aquellos que aún andan un poco “perdidos”

pecas.jpgY sí, mientras tanto seguíamos con interés como caminaban de nuevo por la jungla Jack, Sawyer, Locke, Ben y Kate (esa Pecas a la que más de uno vamos a echar de menos). Porque no se si os habéis dado cuenta, pero en Lost se camina mucho. Se vive la vida haciendo cosas, caminando. Resolviendo. Avanzando y tomando decisiones.

Pero a estas alturas de la temporada y sobre todo en este episodio doble, ya sabíamos que había algo más. Y sobre todo sabíamos que era el fin.

Ahora Lost ha terminado. Así de duro para los que seguíamos la serie con interés. Ha terminado.

Y me ha gustado. Un montón. Hasta el final.

Namasté

Maximizing the Audience

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Si quieres dar un mensaje y que quede claro, tu principal misión es hacerte oir, maximizar tu audiencia. Como hizo Wim Mertens cuando popularizó el minimalismo con el disco que lleva el mismo título que este articulo. O como ha hecho Apple esta misma semana.

Esta es otra historia de conspiración en torno a Apple. No, no voy a hablar de Fash ni de Adobe, ese asunto ya lo ha tratado hasta la saciedad Gruber en su blog.

La conspiración de la que hablo gira en torno al iPad fuera de los EEUU.

En la presentación del producto Steve Jobs anunció dos modelos (quitando los detalles de capacidad de almacenamiento): el iPad WiFi y el iPad WiFi+3G. De ellos, el modelo 3G estaría disponible más adelante, pero también anunció el acuerdo de tarifas al que había llegado con ATT.

Y todo hacia referencia al mercado estadounidense. Allí Apple lo tiene fácil. Aunque hay mas operadores de telefonía, el colaborador que los acompaña desde la introducción del iPhone es capaz de dar servicio a todo el país. Anunciando el acuerdo, que esta vez no es de permanencia, Apple ponía todas las cartas sobre la mesa.

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Y dejaba que la mesa, en la que estaban sentados el resto de operadores mundiales, valorase si se trataba de un farol o si llevaba realmente buenas cartas.

Apple estaba mirando a Europa. Aquí tenemos muchas nacionalidades y dentro de cada una de ellas varios operadores. Llegar a un acuerdo con todos (que además no implique la permanencia) era muy complicado.

Así que Apple ha hecho lo que mejor sabe hacer: política de hechos consumados.

  • Primero lanzamos el producto únicamente en nuestro mercado nacional, que esta controlado, pero damos un plazo de unas tres semanas para el resto del mundo. Pero sin dar precios al público.

  • Una vez empezamos a vender el producto (unos 300.000 el primer fin de semana) empezamos a llamar a los operadores y a negociar presencia, tarifas y posibles subvenciones (que condicionaran los precios de venta)

  • Y cuando las negociaciones están en marcha y los operadores pueden empezar a ponerse duros (como por ejemplo, justificar que ahora no es el mejor momento para cambiar el formato de SIM) damos el golpe de gracia: “huy, os vais a tener que esperar otro mes. Es que vendemos tantos en casa que no damos abasto”. (traducido de la nota de prensa al castellano: no nos hacéis falta para que esto triunfe, así que si lo queréis, dejad de poner pegas y firmad al pie de este contrato)

Y aquí estamos, esperando al 10 de mayo para reservarlo.

Y en Cupertino Steve Jobs se dedica a contarle por email a un cliente europeo que se pondrán a la venta los WiFi y los 3G simultáneamente.

Y todos los operadores nacionales anunciando en “filtraciones” que ellos también venderán en iPad. Curioso que lo digan todos a la vez el mismo día que Apple anuncia el retraso ¿no?

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Sí, ya se que debería dejar de leer novela policiaca y quizás el estar enganchado a Lost tenga algo que ver, pero es que no puedo dejar de pensar que Apple en estos momentos tiene siempre la sartén por el mango. Y a veces lo demuestra con prepotencia, dando sartenazos a diestro o siniestro, como el que se acaba de llevar el CS5 de Adobe.

En fin, tampoco falta tanto para el 10 de mayo.