Desde hace algunos años, en todas las presentaciones de productos de Apple, había dos ausencias notables según los analistas: el tablet pc y el netbook.
Ayer Steve Jobs nos presento el iPad, la respuesta de Apple a ambos productos.
El iPad
Desde el punto de vista de las especificaciones, el iPad es una tableta de 680gr de peso que mide 24cmx18cmx1.3cm y está ocupado por una gran pantalla en color de 9.7”. Dentro lleva memoria flash de 16Gb a 64Gb según precio, conectividad WiFi, Bluetooth y opcionalmente 3G. Por cierto, que con el 3G Apple no ha querido repetir la segmentación de mercados cautivos. El iPad es libre, no está atado a ningún contrato. Lo que ha hecho Apple es negociar con las operadoras de telefonía una tarifa plana mensual de prepago. En Estados Unidos, el acuerdo con AT&T; son 250Mb mensuales por menos de 15$ e ilimitado por menos de 25$.
Además de todo ello, el iPad lleva dentro el procesador A4, que funciona a 1GHz y está desarrollado y fabricado en exclusiva por Apple. Atención, desarrollado por Apple, no para Apple. Hace unos años, Apple compró una empresa de desarrollo de procesadores móviles. Ayer supimos cual era su estrategia.
Esto coloca a Apple en una situación privilegiada. Es el único fabricante de dispositivos móviles que controla el diseño y fabricación de su hardware (incluido el procesador) y de su software. Si queréis leer más sobre este asunto bastante estratégico, lo mejor es leer el artículo de John Gruber.
Yo prefiero desviarme del hardware y hablar del producto y del mercado al que va dirigido.
El Tablet PC
Evidentemente, desde el punto de vista físico, el iPad es un tablet pc. Con sus dimensiones es poco mas grande que uno de esos cuadernos tamaño cuartilla con tapas duras que tanto se ha usado y se sigue usando como cuaderno de campo.
El Interface de usuario viene dictado por el operativo que es aparentemente algo basado en el iPhone OS. Aquí podemos ver la primera diferencia con los tablet pc existentes: no es una capa “táctil” sobre un interface clásico, es un interface diseñado en exclusiva para una interacción táctil y sobre todo “a dedo”. Nada de stylus. A Apple le gustan los diseños simples y cómodos y pasarte diez minutos buscando el stylus que no sabes donde ha dejado es diametralmente opuesto a esa filosofía.

Así que en lugar de coger un interface pensado para ratón y teclado y darle cierta accesibilidad, mejor partir de un interface diseñado para manejar con los dedos. El modo más natural y sencillo de interaccionar con la tableta.
Y ya está, un tablet pc no es nada más que un formato y un modo de interacción. El concepto, en sí, no tiene nada más y por lo tanto no es digno de un producto simplemente por tener cubierto ese nicho. Por eso Apple había permanecido ajeno al mismo.
El Netbook
Para entender el iPad, es necesario entender primero, porque Apple permanecía al margen del otro nicho emergente, el de los netbooks, porque desde un punto de vista conceptual el iPad es un netbook.
Hace algún tiempo, cuando le preguntaron a Steve Jobs que por qué no sacaban un netbook su respuesta fue que no veía a Apple fabricando ordenadores-basura (crap-computer). ¿Por qué ese desprecio a un nicho de mercado aparentemente tan atractivo?
Veamos, un netbook es un ordenador ligero, poco potente y muy portátil pensado para la vida en Internet (el famoso navegar y ver correo o i-life para los modernos) y alguna cosilla mas.
La primera parte, la vida en Internet, es sencilla de resolver por poco hardware que tengas. Hace bastantes años que se puede hacer con una Blackberry con ciertas limitaciones y más recientemente con el iPhone o los Android o los nuevos Palm, sin prácticamente ninguna limitación.
El problema, como siempre, esta en esas otras cosillas. Lo primero que necesitamos es algo de ofimática. Poca cosa. Escribir alguna carta o revisar una hoja de cálculo. Así que metemos el Office de Microsoft o el OpenOffice en un ordenador dimensionado para un navegador web y poco más. La experiencia de usuario es nefasta. Velocidades de uso enervantes y limitaciones en cuanto a la información que pueden llegar a ver en las pantallas de 7” o 10” de los netbooks con aplicaciones diseñadas para pantallas de escritorio.
La bendición de usar un operativo standard de escritorio se transforma en la maldición de los netbooks. Ya que puedo cargar el mismo software que en un ordenador grande, pues lo cargo a ver si con ese portatil de 300€ lo puedo hacer todo y me olvido de tener uno gordo y gastarme más dinero.
Y poco a poco el netbook se va llenando de software que le viene grande. Ya que escribo en el Word, podría arreglar aquí directamente esas fotos sin levantarme del sofá… E instalamos Lightroom, Photoshop o Picasa. Y aquí es donde el netbook empieza a ser un crap – computer. No tanto por su calidad del hardware, sino por la cantidad de tacos que lanza el usuario al darse cuenta de las limitaciones del producto.
Y lo peor es que esas limitaciones están ocultas puesto que el netbook se vende como un ordenador normal y corriente, solo que “más pequeño” y “menos potente”.
Bueno pues si no puedo usar el Photoshop pondremos juegos…. Pero los juegos en mundo de los PC están diseñados para la gama alta de ordenadores… Crap!, tengo que arrancar la Xbox o la Wii para jugar estos diez minutos muetos. Bueno, no pasa nada, usaremos en netbook para ver películas. ¿Que resolución me has dicho que tiene ese AVI? Crap!. Pues nada, leeremos libros. ¿epub? ¿no lo tienes en PDF? vale en PDF. Ostras esto se vería mejor en vertical… y el teclado siempre dando por…. crap! Voy a coger el Kindle a ver que tal se lee allí. En fin, lo usaremos para lo que lo han diseñado, que es navegar por internet y leer correo… aunque ahora que lo pienso, ya he leído en correo en el iPhone mientras venía a casa en el metro… crap!
Ese es el tipo de experiencia que Apple no deseaba para sus clientes y es era la razón por la que Apple permanecía fuera de ese mercado.
Sin embargo durante estos años Apple no ha estado ociosa. Se ha dedicado a estudiar como podían redefinir el nicho de mercado de los netbooks en su propio beneficio. Y el iPad que vimos ayer es su respuesta.
En primer lugar no es un ordenador normal y corriente. Que no se te pase por la cabeza instalar el Photoshop ni el Final Cut ni (Dios no lo quiera) el Micosoft Office. No puedes. Punto.
Pero ¿entonces para que lo quiero? Bueno si tu intención era la i-life aquí tienes el programa de correo y el navegador de internet. ¿Ya tienes bastante, no?

Si quieres alguna cosilla mas de momento puedes buscar en el AppStore entre las mas de 140.000 aplicaciones diseñadas para el iPhone, una plataforma hardware mucho menos potente que el iPad, así que te garantizamos que las aplicaciones que encuentres y te gusten funcionarán mucho mejor en el iPad que en le iPhone. Si, por supuesto que tienes juegos. Miles de juegos. Y son baratos, muy baratos. De media, menos de 3€ cada uno.

¿Quieres escuchar música? Sin problemas. ¿No recuerdas que somos la empresa que rediseñó el mercado de la música digital?. Aquí tienes la n-esima encarnación del reproductor de los iPod, por supuesto 100% compatible con el iTunes, por lo que todos estos años de organización y clasificación de tu musicoteca están al alcance de tu iPad. Solo tienes que conectar este cable USB a tu ordenador y a tu iPad.
Y aquí tenemos el primer giro de mercado de Apple: a tu ordenador. El iPad, y por extensión el netbook tal y como los ve Apple, no son tu ordenador. Son una extensión del ordenador, del mismo modo que lo era el iPod. No puedes hacerlo todo en el iPad, no tiene la potencia necesaria para ello. El iPad es la extensión móvil de tu ordenador que te permite consumir los contenidos de una manera mucho más cómoda y flexible que un ordenador.

Ya que estás en el iTunes, podrías copiar alguna película. Sí, sí, esa HD a 720p 30fps la reproduce sin problemas.
Pero en el iTunes y en el Apple Store no tengo libros. ¿Como leo libros?. Bueno, pues tengo buenas noticias para tí. Sí que tienes libros. Ya hay libros. Hemos llegado a un acuerdo con determinados editores para venderte sus obras en formato ePub comprables directamente en el iPad como ya haces con la música, las películas y las aplicaciones. Y por supuesto le hemos añadido de serie una aplicación nativa para poder leer esos libros con estilo. Una de esas aplicaciones que sabemos hacer que te entran por los ojos.


Bueno, pues me parece perfecto. Lástima que no pueda instalar Open Office al menos… Sí, una lásitma. Pero se me olvidaba ¿no te he hablado del iWorks? Resulta que en Apple tenemos desde hace unos años una suite ofimática nativa, el iWorks que consta de Pages (procesador de texto), Keynote (para hacer tus presentaciones) y Numbers (una ligera hoja de cálculo). Bueno, pues hemos creado unas versiones específicas para el iPad, adaptadas al interface táctil y aligeradas para que rindan adecuadamente sobre este hardware. No te preocupes, no son caras, solo te cuestan 9.99$ cada una de ellas. Sí, menos de diez dólares. Y sí, claro que puedes comprar solo la que necesites

Y ese es el golpe de gracia de Apple. De entrada, el iPad resuelve todas las áreas que teóricamente debe cubrir un netbook. Y lo hace con nota, con un interface de usuario diseñado para dispositivos móviles que presta especial atención al uso a dedo, casi perezoso de las cosas. Al mismo tiempo nos ofrece una cantidad ingente de contenido directamente digerible por el dispositivo. Miles de juegos con los que llenar esos minutos de ocio. Y una suite ofimática específica y capaz de resolver las tareas que racionalmente se puede esperar resolver en este tipo de producto.
Developers, developers, developers
Ayer mismo, cuando Apple anunció que el iPad estaría disponible en 60 días, puso a disposición de la comunidad de desarrolladores el SDK para escribir aplicaciones nativas para el dispositivo. Dos meses de tiempo para que las empresas de software tomen posiciones de salida en esta nueva carrera a por El Dorado.
Aún no he leido las novedades que contiene ese SDK, pero seguro que una de ellas será poder trabajar a resolución nativa, como hacen las aplicaciones diseñadas por Apple que vienen instaladas (como no podría ser de otro modo tenemos agenda, calendario, libreta de direcciones, los mapas de Google Maps y la extensión móvil del iPhoto para dejar obsoletos los álbumes de fotos).
Con el momento creado por el iPhone y las ventas espectaculares de aplicaciones baratas, esta nueva plataforma, con muchas más posibilidades desde el punto de vista del hardware, seguramente será uno de los mercados más rentables del mundo del software en los próximos años. Y por ende será uno de los lugares donde veremos aparecer las aplicaciones más espectaculares y sorprendentes.
Sin embargo aún hay algunas dudas importantes. Sin haber terminado de descargar el SDK, hay dos dudas que me asaltan a bote pronto.
La primera es el App Store. Apple controla lo que entra y lo que no en su tienda de aplicaciones. Nada indica que esto cambie con el iPad, así que seguiremos con el modelo de desarrollo abierto, pero distribución cerrada.
La segunda es el modelo de sandboxing que usan las aplicaciones en el iPhone OS. Cada aplicación vive encerrada en su burbuja de la que no puede salir. Por ello, una aplicación en esos dispositivos no puede alterar el funcionamiento de otra. Y no le puede pasar datos directamente. Tampoco existe el equivalente a un sistema de archivos común donde dejar cosas. Cada aplicación puede guardar sus datos, pero solo los suyos. El único modo de intercambiar información es mediante URL o con el portapapeles. Está por ver si este modelo limita en exceso el tipo de aplicaciones a desarrollar y como resuelve Apple la papeleta.
Pero las posibilidades de ese dispositivo lo hacen muy atractivo.
Educación
Y una de las posibilidades inmensas es la educación. El uso más directo está claro: acuerdos con las principales editoriales y el próximo curso los libros en formato digital interactivo.
Una de las diferencias del iPad frente al resto de ebooks del mercado es que no es un producto específico para leer libros como puede ser el Kindle de Amazon o los distintos lectores de Sony. En principio, esto puede ser un inconveniente: menor autonomía y pantalla más incómoda de leer que las basadas en e-ink que no emiten prácticamente nada de luz.
Sin embargo, desde un punto de vista más amplio esos inconvenientes solo lo son si pensamos en las publicaciones escritas tradicionalmente. En la actualidad el uso del color es prácticamente universal y el iPad está abierto a ello. Además es capaz de integrar contenidos multimedia (audio y video) de un modo natural, por lo que puede darse el tipo de evolución de la publicación escrita que hasta hace poco no era nada más que una simulación. Y para conseguir todo ello es necesaria la capacidad de proceso del iPad y la plataforma de desarrollo de software sobre la que está basado.

Ayer pudimos ver una demostración de una aplicación desarrollada por el New York Times para leer su periódico en el iPad. No se trata de leer un PDF o acceder a una página web. Es una aplicación que transmite al usuario una experiencia nueva. La misma tipografía y distribución que el periódico en papel, pero una navegación más natural, menos lineal que leer un PDF, como de hojear el periódico. Y con la posibilidad de ver embebidos fragmentos de video o imágenes de alta resolución. Es un atisbo de lo que este nuevo modo de publicación puede llegar a ser.

Imaginaos esto unido a los libros de texto y el salto conceptual que se puede dar a los alumnos es espectacular. Un libro de física con simulaciones de experimentos embebidas en la sección de problemas. Un libro sobre arte con reproducciones de alta calidad de las obras, con películas que nos muestren edificios emblemáticos.
Y todo ello en una libreta de tamaño cuartilla que cuesta menos de 500$ (vale, es solo un dólar menos, pero es menos). Las posibilidades son inmensas.
Y ya que hablamos de libreta… ¿no eran los netbooks los ordenadores ideales para los escolares? Podían navegar, podría escribir sus trabajos, leer la wikipedia. ¿Os suena?. Exactamente, el iPad con el iWorks. Y además si tienen que escribir mucho Apple les ha diseñado una dockstation con acceso a un teclado real. De repente el iPad se ha convertido el ordenador ideal para un escolar.

Apple no tenía Table PC porque no le veía el uso. No tenía netbook, porque no veía clara la necesidad que cubría. Ahora de repente, sorpresa, sorpresa, Apple saca el iPad que redefine ambos mercados y de paso se desparrama y salpica al mercado de la educación, al de los libros y al de los procesadores para plataformas móviles.
Después de digerida la keynote de ayer y de haber visto las consecuencias de la introducción del iPad tengo una obsesión (aparte de querer una, que esa es evidente).
No puedo dejar de imaginarme a Steve Jobs mirando al horizonte, con un puro habano entre sus blanqueados dientes sonriendo abiertamente mientras dice en voz bien alta: Me encanta que los planes salgan bien!