Vacío Perfecto

Un poco acerca de nada

El Espejo de Venus

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Ophrys Speculum es el nombre científico de esta orquídea, conocida como Espejo de Venus. Se trata de una orquídea de pequeñas dimensiones que puede encontrarse en la cuenca mediterránea. En concreto, esta vive en una sierra próxima a la población valenciana de Carlet.

En la misma excursión encontramos múltiples ejemplares de Speculum, así como de otras variedades de orquídeas. Puedes verlas en este álbum de Flickr. A mi, sin embargo me capturó el aspecto animal de esta orquídea, así como el detalle de las gotitas de humedad sobre el labelo morado.

Fontaneros

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En Springfield hay varios restaurantes de lujo. En todos los platos que esos grandes Chefs cocinan, se utiliza de un modo u otro el agua que transportan nuestras cañerías. Es inconcebible que no entiendan que tienen que cedernos parte de la facturación que obtienen de sus comensales.

Mario Watermine CEO De La Empresa Muncipal De Aguas De Springfield

El señor Watermine no se ha dado cuenta, o prefiere ignorar, que todos esos cocineros ya le están pagando por el servicio que les ofrece: el suministro de agua. De hecho, la empresa que dirige el Sr. Watermine no solo les factura a todos esos cocineros, sino a cualquier habitante de Springfield que quiera tener agua corriente.

Lo que tampoco cuenta el Sr. Watermine es que además de la inversión que su empresa ha realizado para la instalación de todas esas cañerías, si no hubiese sido porque el alcalde era el principal accionista de su empresa hasta hace bien poco, seguro que tendría otros competidores con su propia red de distribución de agua.

Pero bueno, la frase no da para mucho más. Dudo mucho que los guionistas de The Simpsons sean capaces de sacarle mucho más partido a esta idea, claramente alejada del mundo real.

Lo que es evidente es que los buscadores de Internet utilizan nuestra red sin pagar nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Pero también es evidente que esto no puede seguir. Las redes las ponemos nosotros; los sistemas los hacemos nosotros; el servicio postventa lo hacemos nosotros, lo hacemos todo. Esto va a cambiar, estoy convencido

Cesar Alierta CEO De Telefónica

Bueno, bueno, bueno. Pero si resulta que el Sr. Alierta aún no sabe a que se dedica su empresa. No se ha dado cuenta de que ellos son los fontaneros del mundo digital. Al fin y al cabo, el trabajo de las empresas de comunicaciones es instalar, mantener y explotar las redes de comunicaciones. Y eso es efectivamente lo que hacen. Y nos cobran a todos por ello.

Google no se dedica a las comunicaciones. Se dedica principalmente, a generar y distribuir información. Evidentemente para ello sus buscadores utilizan un canal y los clientes que acceden a él también. ¿Pero como que no pagamos por ello?. Mi ADSL no me la regala el Sr. Alierta. Ni mi tarifa_plana_limitada_recortada 3G tampoco. Yo pago por ella mensualmente. ¿Y sabe usted a quíen, Sr. Alierta?. Efectivamente, a su empresa. Ni a Google, ni a Apple. Yo pago a Telefónica.

¿Que Google o Apple están ganando más dinero con todo este asunto que Telefónica?. Efectivamente, es el problema fundamental del sector de la distribución (al que usted pertenece aunque parece no haberse dado cuenta).

Pongamos el caso de Google. ¿Que nos vende Google?. Esa es fácil, información. ¿Y de donde sale esa información?. Pues se la vendemos nosotros, los que generamos información. Sí, sí, nosotros. Cualquier autor de un blog o página web es un proveedor de Google. Y Google nos paga religiosamente y en tiempo real. No, no estoy hablando de AdSense, estoy hablando de otra moneda novedosa que ha creado toda esta tecnología de la información.

Google nos paga con visibilidad en la red. Cuando alguien entra en google e introduce “telefonía España” y aparece como primera entrada no pagada la compañia del Sr. Alierta, se acaba de producir un intercambio de la nueva economía: Google le ha comprado a Telefónica la información de su página web y a cambio de ella, le ha pagado con una posición privilegiada, con el pagerange más alto para esa búsqueda.

Ahora es misión de Telefónica rentabilizar esa inversión. Puede elegir montar una web atractiva, rápida y ágil que le ayude a mejorar la relación con sus clientes o dejar moribunda una página web con aspecto y tecnología del siglo pasado. Ese no es asunto de Google.

En toda este proceso, un montón de kilobits de información han cruzado las redes de distintos operadores de telefonía de todo el mundo y ellos han tomado cuenta de origen y destino y han cargado en las cuentas correspondientes ese consumo. Es decir, los operadores de telefonía ya han cobrado por el único servicio que han dado: el transporte de la información.

Y lo cobran a buen precio. Durante una época ellos han “creado” los formatos y eso les ha permitido tener un sistema de precios que no tiene nada que ver con la realidad de la carga de trabajo que realizan. El caso más sangrante son los SMS: 170 caracteres, 15 céntimos de euro. Una tarifa barata, barata. Son solo 935€/Mb. Y lo más descarado es que en esa misma red, con la tarifa de datos del iPhone, la misma empresa puede permitirse cobrarme solo 15€ por 250Mb a velocidad 3G y regalarme todo el consumo que quiera a baja velocidad.

Lo que se deduce de la frase del Sr. Alierta es que no les gusta haberse quedado tan solo con la distribución en este nuevo mundo dominado por la generación y consumo de información.

Pero se lo han buscado ellos. No han hecho nada por generar contenidos (eso se lo han dejado a Google, Yahoo y Microsoft en el mercado de las búsquedas). No han hecho nada por crear terminales atractivos (eso tradicionalmente lo ha hecho Motorola, Samsung, Nokia y recientemnte Apple y la mismísima Google).

Han seguido la máxima de que inventen ellos y lo único que han intentado es mantener un mercado cautivo: terminales cerrados y “adaptados”, tiendas online privadas, contratos de permanencia.

No han innovado en el mercado de la información, simplemente han montado una red de distribución de información. Y ahora pretenden cobrar por el valor de la información que transportan. ¿te imaginas a un repartidor de refrescos cobrando una tarifa diferente según entregue una caja de Coca Colas o de latas de cerveza? ¿te imaginas una tarifa de agua distinta para beber, cocinar o ducharse? Pues parece ser que el Sr. Alierta sí que se lo imagina.

Ahora luego voy a llamar a un amigo por teléfono para proponerle un negocio. Si la cosa sale bien, tras unos años de duro trabajo por nuestra parte, podremos ganar algún que otro millón. Puesto que la idea del negocio se la he contado por teléfono… ¿que porcentaje de nuestra futura facturación le parece que le debemos?

Por favor, Sr. Alierta cuanto antes se den cuenta de lo que son, antes podrán empezar a adaptar sus empresas a un modelo de negocio que les permita seguir siendo competitivas y rentables, muy rentables. Porque no nos vamos a cansar de consumir información y su empresa se dedica a ello, a la distribución.

Y recuerde, no hay nada indigno en ser lo que son: los nuevos fontaneros.

Apple Macintosh 2.0

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La idea detrás del iPad me sonaba de algo. Hasta que hace unos minutos, al leer un artículo de Omnigroup, anunciando que tienen previsto desarrollar sus aplicaciones para el iPad, he encontrado a qué me recordaba.

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El Macintosh original. Los paralelismos son evidentes:

  • Un proyecto personal de Steve Jobs que ha quitado recursos al resto de proyectos de la compañía (lo cual respondería a preguntas como ¿donde está el iWorks 10? ¿Por qué tan pocos cambios en el Snow Leopard?).

  • Un ordenador diseñado y orientado para un público que nadie espera: el no usuario de ordenadores.

  • Simplicidad de diseño sin ampliaciones posibles del hardware. Sistema cerrado y listo para usarse.

  • Énfasis en el modo de interactuar con él: el ratón en el Macintosh, los dedos en el iPad

La mayor diferencia entre ambos productos es que esta vez, Apple sí que ha logrado el objetivo fundamental para lograr su entrada en el mercado: un precio bajo que no impida su expansión.

Algunos desarrolladores que llevan muchos años en le entorno de Apple, ya lo ven claro. UIKit (las nuevas librerías en el corazón del iPad y el iPhone) son la nueva vía a seguir en sus desarrollos. AppKit (las librerias Cocoa con las que actualmente se programa en Max OS X) han pasado a ser algo que poco a poco desaparecerá. Como ha ocurrido con Carbon.

De hecho, no me sorprendería nada, que en un próximo SDK fuese posible empezar a usar el UIKit para programar en Mac OS X.

Incluso se podría prafrasear una de los lemas que emplearon en la campaña publicitaria del Macintosh original:

iPad the computer for the rest of us

La agenda oculta de Apple

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Este artículo es un juego. No pretendo descubrir la verdad. Seguramente muchas de las cosas que digo en él serán falsas. Otras especulaciones arriesgadas. Aún así, creo que es una historia bastante creíble y consistente. Si no os lo parece, no pasa nada, es un mero divertimento.

Todo empieza una tarde de mayo de 2009 cuando por casualidad, navegando por Internet encuentro una referencias en la web de Computer History Museum a los orígenes de Apple. En ese artículo se mencionaban (y se ofrecían sus reproducciones en formato PDF) dos documentos:

Por curiosidad los descargo. El primero data de 1978 y el segundo de 1981. Empiezo a hojearlos y me quedo paralizado. No puede ser. ¿Tenia Steve Jobs todo planificado desde hace mas de 30 años? ¿Es posible que una empresa se ciña a unas lineas maestras durante tanto tiempo? ¿Soy un conspiranoico con una mente calenturienta?

Acompañadme en este viaje.

1976

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Todo comienza en 1976. Steve Jobs y Steve Wozniac deciden rentabilizar su pasión por el diseño de ordenadores y crean Apple Computers Inc. Y para marcar el tono de la empresa, lo hacen el 1 de abril, día señalado en la cultura anglosajona por ser el día dedicado a las bromas.

Esa es la historia épica que conocemos, la de los dos Steve trabajando en el garaje de la casa de sus padres y esas cosas. Incluso Steve Jobs, el pasado 27 de enero, en la presentación de iPad hizo una ligera alusión a ese momento histórico.

mike-markkula-1977-web.jpg Pero la verdad es muy pronto en Apple había alguien más. Ese alguien era Mike Markkula, un inversor angel que se convirtió en el primer accionista de Apple en 1977, aportando $250.000 a cambio de 1/3 de la misma. Ese dinero sirvió para financiar la creación y lanzamiento del Apple II. Mike Markkula es el empleado número 3 de Apple y ejerció como presidente de la misma entre 1981 y 1983. Es decir que Apple no se hizo a si misma sin recursos, desde el garaje de Steve como cuenta la leyenda. Apple fue desde el principio un proyecto empresarial con capital.

1978

Así que nos encontramos en 1978 con los dos Steves y Mike trazando el plan de negocio de Apple y por suerte el mismo Mike Markkula entrego una copia de ese plan de negocio al Computer Historu Museum. Vamos a ver algunas de las cosas que se cuentan en él.

En las primeras páginas del plan de negocio podemos leer

The Personal Computer Market is defined to include all computers, related peripherals and software to be sold for non-business uses. Non-business uses are defined as uses not specifically economically justified in a strictly business environment, e.g. a computer sold specifically to keep inventory and financials for a one owner hardware store would be defined here as a business use. A computer sold to a doctor for use at home to maintain and update a personal diagnostics data base which he mayor may not use, promote, charge for in his practice is defined as part of the personal computer market.

Es decir en Apple se definía el mercado de los ordenadores personales como aquel ocupado por los ordenadores, software y periféricos que no se utilizaban exclusivamente en los negocios. Si incluían a los profesionales independientes que en su casa, de paso que usaban su ordenador para otras cosas, metían algunos de datos de su negocio. Pero excluían directamente a cualquier usuario corporativo propiamente dicho.

Si nos paramos a pensar un poco, ese es justo el perfil del usuario tradicional de un Mac hasta el día de hoy. Su presencia en las oficinas o centros de producción ha sido casi nula. Diseñadores, artistas, fotógrafos y escritores han sido los usuarios tradicionales. Quizás, el único “fallo” en la estrategia original de Apple ha sido el verse involucrado en las tareas de impresión, una faceta del mercado empresarial en la que Apple si que tuvo bastante pegada.

Incluso hoy en día, los perfiles más claros de oficina, almacenes o centros de producción no reciben ninguna atención por parte de Apple. Al parecer, no es únicamente que Microsoft les quitara ese mercado en la decada de los 90, sino que simplemente desde el origen no lo consideraban un mercado atractivo.

Apple ya tenía centrado el mercado. En el mismo documento se indica que uno de sus objetivos era lograr que el potencia cliente se diese cuenta de las ventajas que el ordenador le podía proporcionar en su propio hogar, no en su puesto de trabajo, donde el ordenador ya había demostrado todo de lo que era capaz.

¿Y como pretendía Apple meterse en ese mercado?. Veamos lo que se decía en 1978 al posible inversor:

Apples’ overall strategy for attacking (developing?) this market is to simultaneously maintain a posture of both product and quality leadership. As is the case with all new markets, the advantage of being first is immensely important, and may result in:

  1. Large market share …. 35% long term.

  2. Competition edge – competitors must copy and therefore lag in product availability and cost.

  3. Greater ability to determine proper new product directions through more extension customer contact and feedback.

Es decir, de entrada tienen claro que el mercado quizás tengan que desarrollarlo ellos. Es decir, se trataba en aquel entonces, de un producto tan incipiente, que probablemente no existiese un mercado. Sería necesario crearlo. Recordad que hablamos de finales de los años 70 y el plan era meter ordenadores en los hogares.

Querían mantener una postura de liderazgo en el mercado y de calidad en sus productos. Para ello tenían muy claro que debían ser los primeros porque ello les permitiría:

  • Hacerse con un buen bocado del mercado. Para ellos esto era el 35%.
  • Ir en primera posición. La competencia tenía que seguirlos a ellos y no al contrario. Nada de ponerse a la altura de nadie.
  • Libertad para decidir en que dirección debían seguír desarrollando, para lo que consideraban fundamental extender una comunicación constante con sus clientes.

¿Y cual era la previsión del mercado a medio plazo?. Lo mejor es que veamos la segmentación que preveían.

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¿Veis la decreciente importancia del mercado del hobby? Ahí es donde estaba su producto puntero por aquella epoca, el Apple I. Sin embargo ya vemos que los planes de Apple preveían una reducción rápida de ese mercado, a favor de los mercados del entretenimiento y el hogar.

Los productos de Apple en 1978

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El producto que Apple estaba introduciendo desde 1977 era el Apple II con un coste de producción de alrededor de los $400 al que el usuario tenía que añadirle una televisión, un lector de cintas y si quería una impresora. Entre sus planes figuraban los siguientes modelos:

  • El Apple IIA cuya diferencia fundamental respecto a su predecesor era una reducción de costes obtenida de cambios en la producción. Se estimaba que su coste bajase a los $300 y les ofrecía a los usuarios una mejora en la resolución de la gráfica a color y una mejora incremental del compilador de BASIC (añadía la implementación del cálculo con números decimales además de los enteros).

  • El Apple IIB donde seguía la reducción de costes, la mejora del compilador y la reducción en la flexibilidad. Se reducía en número de conexiones en el bus a cambio de crear un nuevo conector tipo cartucho.

Como vemos aquí hay una de las constantes en los modelos de Apple: la evolución dentro de la linea. Los modelos no son completamente diferentes del anterior, sino ligeras variaciones incrementales. Evoluciones, más que revoluciones. Y siempre con un objetivo claro: reducción de coste de producción.

Además de estos productos, Apple tenía un proyecto aún no completamente definido: el Apple III al que Apple consideraba un Apple II B con un lenguaje de programación mejorado, un interface para impresora, memoria de almacenamiento (para intentar evitar las cintas) y un gran avance en tecnologías de entrada de información. Se estaban planteando el reconocimiento de voz y de texto escrito. Y seguimos en 1978. También consideraban la incorporación de una emisora de UHF para conexión con… la televisión.

Os aconsejo pegarle una miradita rápida al documento original para que veáis los periféricos que tenían previstos para el Apple II.

Como pretendía Apple vender sus productos en 1978

En 1978 no existía internet. Las ventas se hacían en las tiendas o por correo postal después de ver el producto en un catálogo impreso.

Una de sus primeras estrategias era habitual en la época: los distribuidores autorizados. Sin embargo Apple tenía claro que quería otra cosa. Volvamos a pegar un vistazo al documento original:

Our main strategy in distribution is to insure that each customer establishes a positive on-going relationship with the local Apple dealer. This would be impossible to do through mail order houses, direct mail, or through existing department store organizations.

photo_fifthavenue.jpgEs decir que para aquella incipiente Apple, la fidelidad del cliente era fundamental. Y creían que esta no podía obtenerse vendiendo sus productos en cualquier sitio o por personal no especializado. Necesitaban, aunque en aquel entonces no tenían ese nombre, los Premium Apple Resellers y las Apple Store.

Y por supuesto se preocupaban de las reparaciones. Y lo hacían de una forma diametralmente opuesta a lo que la competencia estaba diseñando:

Another reason for this choice has to do with service. One of our competitors claims that his product will be serviceable by any local TV repairman. Based on the average competence level of today’s TV repairman, it is Apples’ opinion that this technique simply will not succeed! Our approach is to service Apple products at local dealer locations

Algunos competidores de la época abogaban por que las reparaciones las hiciesen los técnicos en reparación de televisiones. Si ya se hubiesen inventado los smiley, aquí hubiesen puesto un :–). Les parecía un enfoque completamente equivocado y preferían basar su estrategia en dar el soporte autorizado a partir de sus distribuidores.

Como veis todas las piezas del puzzle se han movido muy poco desde 1978 y lo que por aquél entonces era valido, sigue arraigado en el modo de proceder de la compañía.

Ya en 1978 Apple tenía pretensiones fuera de EE UU y se planteaba una estructura multinacional con delegaciones en cada país (fundamentalmente en Europa) encargados de atender a sus distribuidores locales.

El banco de Software

En ese mismo PDF hay un apéndice que según las notas es de 1977. En ese apéndice se describe el banco de software de Apple. La idea era sencilla: las ventas de los ordenadores se verían reforzadas si lograban ofrecer a los clientes, además del hardware una colección de programas escritos para ellos. Y no pretendían quedarse al margen de ese asunto, ni dejar que evolucionase a su aire. Apple es una empresa que siempre ha querido tener el control de su mercado. Según este documento, el fundamento del banco de software era una política definida por Apple y que se basaba en los siguientes puntos:

1 Apple Computer Inc. encourages interested users to develop software for the Apple computer.

2 APPLE encourages its users to submit their developed software: APPLE will then carefully survey its potential utility with the Apple computer system and then make it available to all Apple users.

3 Apple Computer Inc. encourages its users who contribute software by awarding them.

Las negritas son mías. ¿Veis de que hablaban?. Quizás si al banco de software le ponemos el nombre final del producto la cosa quede más clara: AppStore

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Apple supervisa detenidamente el software y si lo considera oportuno lo distribuye a sus clientes recompensando a los programadores. Como ahora.

1981

Vamos a hojear ahora el Plan de negocio del Macintosh porque define muy bien cual era la filosofía de Apple unos años después sobre todo en cuanto al diseño del hardware y sus líneas de productos.

pyramid.jpgLa empresa ha crecido mucho, tanto en empleados como en cifra de mercado. El Apple II había sido todo un éxito de mercado y en Apple se trabajaba en dos lineas de productos: el Lisa, un ordenador dirigido al mundo de los negocios y que nunca gozó del amor de Steve Jobs (¿recordáis sus planteamientos sobre el mercado empresarial?) y el proyecto personal de Steve Jobs lleno de romanticismo: el Macintosh.

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En 1981, el Mac era un producto en desarrollo y sin finalizar por lo que este documento representa el espíritu del producto que por desgracia no coincidió con el ordenador que finalmente acabó fabricando y vendiendo Apple.

En esta gráfica podemos ver donde colocaba Apple al Mac

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y algunas ideas publicitarias para el Macintosh

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Como podéis ver, la idea original del Mac era un ordenador barato, capaz de competir en precio con sus propios productos y por supuesto con la competencia, como podemos ver aquí:

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La idea del Mac era revolucionaria: un ordenador con un interface completamente gráfico, cerrado en hardware, por lo que el software se podía escribir de una forma estable (sabías con lo que contabas) y a un precio muy reducido.

Otro producto que aparece aquí es el VLC o “Very Low Cost”. Apple tardó muchos, muchos años en lanzar ese producto, pero finalmente lo hizo: el Mac Mini

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Por cierto, que este plan de negocio del Macintosh se cierra con algo que desde entonces ha sido parte del modo de proceder de Apple: no ofrecer adelantos sobre sus planes. Solo se enseñarán los productos cuando sean realidad, no planes

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Lástima que unos meses después de este documento, IBM sacase al mercado el PC y eso diese prácticamente al traste con el proyecto Macintosh. No, ya sabemos que el proyecto no se canceló, sino que dio lugar a un producto ya mítico, pero los objetivos de coste de producción no se pudieron cumplir y el Macintosh no termino siendo un producto barato ni mucho menos. Eso y la irrupción del PC fue el principio de una época de decadencia en Apple que terminó con el despido de Steve Jobs y que se prolongó hasta su regreso triunfal de la mano de la compra de NeXT.

Pero esa historia, mejor la dejamos para otro día. De momento me gustaría cerrar esto con una reflexión: el plan de negocios que Steve Jobs escribió en 1978 para convencer a los inversores de que eran una empresa seria, se ha cumplido casi por completo. ¿Suerte o empecinamiento?. Dicen que Steve Jobs tiene un carácter muy fuerte y una obsesión enfermiza por el detalle. ¿Alguien se atreve a negarlo?

iPad: el netbook de Apple

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Desde hace algunos años, en todas las presentaciones de productos de Apple, había dos ausencias notables según los analistas: el tablet pc y el netbook.

Ayer Steve Jobs nos presento el iPad, la respuesta de Apple a ambos productos.

El iPad

1264642177051_fotosagencias_20100127_194051.jpgDesde el punto de vista de las especificaciones, el iPad es una tableta de 680gr de peso que mide 24cmx18cmx1.3cm y está ocupado por una gran pantalla en color de 9.7”. Dentro lleva memoria flash de 16Gb a 64Gb según precio, conectividad WiFi, Bluetooth y opcionalmente 3G. Por cierto, que con el 3G Apple no ha querido repetir la segmentación de mercados cautivos. El iPad es libre, no está atado a ningún contrato. Lo que ha hecho Apple es negociar con las operadoras de telefonía una tarifa plana mensual de prepago. En Estados Unidos, el acuerdo con AT&T; son 250Mb mensuales por menos de 15$ e ilimitado por menos de 25$.

appletabletb577.jpgAdemás de todo ello, el iPad lleva dentro el procesador A4, que funciona a 1GHz y está desarrollado y fabricado en exclusiva por Apple. Atención, desarrollado por Apple, no para Apple. Hace unos años, Apple compró una empresa de desarrollo de procesadores móviles. Ayer supimos cual era su estrategia.

Esto coloca a Apple en una situación privilegiada. Es el único fabricante de dispositivos móviles que controla el diseño y fabricación de su hardware (incluido el procesador) y de su software. Si queréis leer más sobre este asunto bastante estratégico, lo mejor es leer el artículo de John Gruber.

Yo prefiero desviarme del hardware y hablar del producto y del mercado al que va dirigido.

El Tablet PC

Evidentemente, desde el punto de vista físico, el iPad es un tablet pc. Con sus dimensiones es poco mas grande que uno de esos cuadernos tamaño cuartilla con tapas duras que tanto se ha usado y se sigue usando como cuaderno de campo.

El Interface de usuario viene dictado por el operativo que es aparentemente algo basado en el iPhone OS. Aquí podemos ver la primera diferencia con los tablet pc existentes: no es una capa “táctil” sobre un interface clásico, es un interface diseñado en exclusiva para una interacción táctil y sobre todo “a dedo”. Nada de stylus. A Apple le gustan los diseños simples y cómodos y pasarte diez minutos buscando el stylus que no sabes donde ha dejado es diametralmente opuesto a esa filosofía.

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Así que en lugar de coger un interface pensado para ratón y teclado y darle cierta accesibilidad, mejor partir de un interface diseñado para manejar con los dedos. El modo más natural y sencillo de interaccionar con la tableta.

Y ya está, un tablet pc no es nada más que un formato y un modo de interacción. El concepto, en sí, no tiene nada más y por lo tanto no es digno de un producto simplemente por tener cubierto ese nicho. Por eso Apple había permanecido ajeno al mismo.

El Netbook

Para entender el iPad, es necesario entender primero, porque Apple permanecía al margen del otro nicho emergente, el de los netbooks, porque desde un punto de vista conceptual el iPad es un netbook.

Hace algún tiempo, cuando le preguntaron a Steve Jobs que por qué no sacaban un netbook su respuesta fue que no veía a Apple fabricando ordenadores-basura (crap-computer). ¿Por qué ese desprecio a un nicho de mercado aparentemente tan atractivo?

Veamos, un netbook es un ordenador ligero, poco potente y muy portátil pensado para la vida en Internet (el famoso navegar y ver correo o i-life para los modernos) y alguna cosilla mas.

La primera parte, la vida en Internet, es sencilla de resolver por poco hardware que tengas. Hace bastantes años que se puede hacer con una Blackberry con ciertas limitaciones y más recientemente con el iPhone o los Android o los nuevos Palm, sin prácticamente ninguna limitación.

El problema, como siempre, esta en esas otras cosillas. Lo primero que necesitamos es algo de ofimática. Poca cosa. Escribir alguna carta o revisar una hoja de cálculo. Así que metemos el Office de Microsoft o el OpenOffice en un ordenador dimensionado para un navegador web y poco más. La experiencia de usuario es nefasta. Velocidades de uso enervantes y limitaciones en cuanto a la información que pueden llegar a ver en las pantallas de 7” o 10” de los netbooks con aplicaciones diseñadas para pantallas de escritorio.

La bendición de usar un operativo standard de escritorio se transforma en la maldición de los netbooks. Ya que puedo cargar el mismo software que en un ordenador grande, pues lo cargo a ver si con ese portatil de 300€ lo puedo hacer todo y me olvido de tener uno gordo y gastarme más dinero.

Y poco a poco el netbook se va llenando de software que le viene grande. Ya que escribo en el Word, podría arreglar aquí directamente esas fotos sin levantarme del sofá… E instalamos Lightroom, Photoshop o Picasa. Y aquí es donde el netbook empieza a ser un crap – computer. No tanto por su calidad del hardware, sino por la cantidad de tacos que lanza el usuario al darse cuenta de las limitaciones del producto.

Y lo peor es que esas limitaciones están ocultas puesto que el netbook se vende como un ordenador normal y corriente, solo que “más pequeño” y “menos potente”.

Bueno pues si no puedo usar el Photoshop pondremos juegos…. Pero los juegos en mundo de los PC están diseñados para la gama alta de ordenadores… Crap!, tengo que arrancar la Xbox o la Wii para jugar estos diez minutos muetos. Bueno, no pasa nada, usaremos en netbook para ver películas. ¿Que resolución me has dicho que tiene ese AVI? Crap!. Pues nada, leeremos libros. ¿epub? ¿no lo tienes en PDF? vale en PDF. Ostras esto se vería mejor en vertical… y el teclado siempre dando por…. crap! Voy a coger el Kindle a ver que tal se lee allí. En fin, lo usaremos para lo que lo han diseñado, que es navegar por internet y leer correo… aunque ahora que lo pienso, ya he leído en correo en el iPhone mientras venía a casa en el metro… crap!

Ese es el tipo de experiencia que Apple no deseaba para sus clientes y es era la razón por la que Apple permanecía fuera de ese mercado.

Sin embargo durante estos años Apple no ha estado ociosa. Se ha dedicado a estudiar como podían redefinir el nicho de mercado de los netbooks en su propio beneficio. Y el iPad que vimos ayer es su respuesta.

En primer lugar no es un ordenador normal y corriente. Que no se te pase por la cabeza instalar el Photoshop ni el Final Cut ni (Dios no lo quiera) el Micosoft Office. No puedes. Punto.

Pero ¿entonces para que lo quiero? Bueno si tu intención era la i-life aquí tienes el programa de correo y el navegador de internet. ¿Ya tienes bastante, no?

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Si quieres alguna cosilla mas de momento puedes buscar en el AppStore entre las mas de 140.000 aplicaciones diseñadas para el iPhone, una plataforma hardware mucho menos potente que el iPad, así que te garantizamos que las aplicaciones que encuentres y te gusten funcionarán mucho mejor en el iPad que en le iPhone. Si, por supuesto que tienes juegos. Miles de juegos. Y son baratos, muy baratos. De media, menos de 3€ cada uno.

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¿Quieres escuchar música? Sin problemas. ¿No recuerdas que somos la empresa que rediseñó el mercado de la música digital?. Aquí tienes la n-esima encarnación del reproductor de los iPod, por supuesto 100% compatible con el iTunes, por lo que todos estos años de organización y clasificación de tu musicoteca están al alcance de tu iPad. Solo tienes que conectar este cable USB a tu ordenador y a tu iPad.

Y aquí tenemos el primer giro de mercado de Apple: a tu ordenador. El iPad, y por extensión el netbook tal y como los ve Apple, no son tu ordenador. Son una extensión del ordenador, del mismo modo que lo era el iPod. No puedes hacerlo todo en el iPad, no tiene la potencia necesaria para ello. El iPad es la extensión móvil de tu ordenador que te permite consumir los contenidos de una manera mucho más cómoda y flexible que un ordenador.

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Ya que estás en el iTunes, podrías copiar alguna película. Sí, sí, esa HD a 720p 30fps la reproduce sin problemas.

Pero en el iTunes y en el Apple Store no tengo libros. ¿Como leo libros?. Bueno, pues tengo buenas noticias para tí. Sí que tienes libros. Ya hay libros. Hemos llegado a un acuerdo con determinados editores para venderte sus obras en formato ePub comprables directamente en el iPad como ya haces con la música, las películas y las aplicaciones. Y por supuesto le hemos añadido de serie una aplicación nativa para poder leer esos libros con estilo. Una de esas aplicaciones que sabemos hacer que te entran por los ojos.

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Bueno, pues me parece perfecto. Lástima que no pueda instalar Open Office al menos… Sí, una lásitma. Pero se me olvidaba ¿no te he hablado del iWorks? Resulta que en Apple tenemos desde hace unos años una suite ofimática nativa, el iWorks que consta de Pages (procesador de texto), Keynote (para hacer tus presentaciones) y Numbers (una ligera hoja de cálculo). Bueno, pues hemos creado unas versiones específicas para el iPad, adaptadas al interface táctil y aligeradas para que rindan adecuadamente sobre este hardware. No te preocupes, no son caras, solo te cuestan 9.99$ cada una de ellas. Sí, menos de diez dólares. Y sí, claro que puedes comprar solo la que necesites

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Y ese es el golpe de gracia de Apple. De entrada, el iPad resuelve todas las áreas que teóricamente debe cubrir un netbook. Y lo hace con nota, con un interface de usuario diseñado para dispositivos móviles que presta especial atención al uso a dedo, casi perezoso de las cosas. Al mismo tiempo nos ofrece una cantidad ingente de contenido directamente digerible por el dispositivo. Miles de juegos con los que llenar esos minutos de ocio. Y una suite ofimática específica y capaz de resolver las tareas que racionalmente se puede esperar resolver en este tipo de producto.

Developers, developers, developers

Ayer mismo, cuando Apple anunció que el iPad estaría disponible en 60 días, puso a disposición de la comunidad de desarrolladores el SDK para escribir aplicaciones nativas para el dispositivo. Dos meses de tiempo para que las empresas de software tomen posiciones de salida en esta nueva carrera a por El Dorado.

Aún no he leido las novedades que contiene ese SDK, pero seguro que una de ellas será poder trabajar a resolución nativa, como hacen las aplicaciones diseñadas por Apple que vienen instaladas (como no podría ser de otro modo tenemos agenda, calendario, libreta de direcciones, los mapas de Google Maps y la extensión móvil del iPhoto para dejar obsoletos los álbumes de fotos).

Con el momento creado por el iPhone y las ventas espectaculares de aplicaciones baratas, esta nueva plataforma, con muchas más posibilidades desde el punto de vista del hardware, seguramente será uno de los mercados más rentables del mundo del software en los próximos años. Y por ende será uno de los lugares donde veremos aparecer las aplicaciones más espectaculares y sorprendentes.

Sin embargo aún hay algunas dudas importantes. Sin haber terminado de descargar el SDK, hay dos dudas que me asaltan a bote pronto.

La primera es el App Store. Apple controla lo que entra y lo que no en su tienda de aplicaciones. Nada indica que esto cambie con el iPad, así que seguiremos con el modelo de desarrollo abierto, pero distribución cerrada.

La segunda es el modelo de sandboxing que usan las aplicaciones en el iPhone OS. Cada aplicación vive encerrada en su burbuja de la que no puede salir. Por ello, una aplicación en esos dispositivos no puede alterar el funcionamiento de otra. Y no le puede pasar datos directamente. Tampoco existe el equivalente a un sistema de archivos común donde dejar cosas. Cada aplicación puede guardar sus datos, pero solo los suyos. El único modo de intercambiar información es mediante URL o con el portapapeles. Está por ver si este modelo limita en exceso el tipo de aplicaciones a desarrollar y como resuelve Apple la papeleta.

Pero las posibilidades de ese dispositivo lo hacen muy atractivo.

Educación

Y una de las posibilidades inmensas es la educación. El uso más directo está claro: acuerdos con las principales editoriales y el próximo curso los libros en formato digital interactivo.

Una de las diferencias del iPad frente al resto de ebooks del mercado es que no es un producto específico para leer libros como puede ser el Kindle de Amazon o los distintos lectores de Sony. En principio, esto puede ser un inconveniente: menor autonomía y pantalla más incómoda de leer que las basadas en e-ink que no emiten prácticamente nada de luz.

Sin embargo, desde un punto de vista más amplio esos inconvenientes solo lo son si pensamos en las publicaciones escritas tradicionalmente. En la actualidad el uso del color es prácticamente universal y el iPad está abierto a ello. Además es capaz de integrar contenidos multimedia (audio y video) de un modo natural, por lo que puede darse el tipo de evolución de la publicación escrita que hasta hace poco no era nada más que una simulación. Y para conseguir todo ello es necesaria la capacidad de proceso del iPad y la plataforma de desarrollo de software sobre la que está basado.

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Ayer pudimos ver una demostración de una aplicación desarrollada por el New York Times para leer su periódico en el iPad. No se trata de leer un PDF o acceder a una página web. Es una aplicación que transmite al usuario una experiencia nueva. La misma tipografía y distribución que el periódico en papel, pero una navegación más natural, menos lineal que leer un PDF, como de hojear el periódico. Y con la posibilidad de ver embebidos fragmentos de video o imágenes de alta resolución. Es un atisbo de lo que este nuevo modo de publicación puede llegar a ser.

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Imaginaos esto unido a los libros de texto y el salto conceptual que se puede dar a los alumnos es espectacular. Un libro de física con simulaciones de experimentos embebidas en la sección de problemas. Un libro sobre arte con reproducciones de alta calidad de las obras, con películas que nos muestren edificios emblemáticos.

Y todo ello en una libreta de tamaño cuartilla que cuesta menos de 500$ (vale, es solo un dólar menos, pero es menos). Las posibilidades son inmensas.

Y ya que hablamos de libreta… ¿no eran los netbooks los ordenadores ideales para los escolares? Podían navegar, podría escribir sus trabajos, leer la wikipedia. ¿Os suena?. Exactamente, el iPad con el iWorks. Y además si tienen que escribir mucho Apple les ha diseñado una dockstation con acceso a un teclado real. De repente el iPad se ha convertido el ordenador ideal para un escolar.

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Apple no tenía Table PC porque no le veía el uso. No tenía netbook, porque no veía clara la necesidad que cubría. Ahora de repente, sorpresa, sorpresa, Apple saca el iPad que redefine ambos mercados y de paso se desparrama y salpica al mercado de la educación, al de los libros y al de los procesadores para plataformas móviles.

equipoa.jpg Después de digerida la keynote de ayer y de haber visto las consecuencias de la introducción del iPad tengo una obsesión (aparte de querer una, que esa es evidente).

No puedo dejar de imaginarme a Steve Jobs mirando al horizonte, con un puro habano entre sus blanqueados dientes sonriendo abiertamente mientras dice en voz bien alta: Me encanta que los planes salgan bien!